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Caleidoscopios

Caleidoscopios como juguetes para niños


Aquí presentamos nuestros caleidoscopios para niños.

Los caleidoscopios son juguetes imaginativos y versátiles que aportan mucha alegría por su explosión de color y variedad de dibujos. Los juguetes ópticos proporcionan formas, colores y patrones cambiantes. Esta circunstancia es también al mismo tiempo el atractivo de los hermosos tubos.

La estructura del caleidoscopio
Un caleidoscopio está formado en la mayoría de los casos por un tubo. El material utilizado es cartón o plástico. El tubo suele tener también un bonito diseño exterior y forma así un bonito conjunto con las variaciones interiores.
En un extremo del tubo hay una pequeña abertura en un lado por la que se puede mirar. En el otro extremo hay un cristal (lechoso) que sirve de superficie de proyección. Entre este cristal mate y un segundo cristal transparente, hay muchos elementos sueltos, de diferentes colores y formas, hechos de cristal o también de plástico.
Puesto que se trata de un juguete óptico, falta algo muy elemental, a saber, tres tiras de espejo que deben encontrarse en los bordes. Estas tiras de espejo garantizan que los elementos de colores se reflejen entre sí y produzcan así los patrones que se asemejan a explosiones de color. Al girar el caleidoscopio lenta o rápidamente, las partículas de colores caen en innumerables y diversas posiciones y crean nuevos patrones cada segundo.

Varios usos para un caleidoscopio
Los caleidoscopios son una buena idea de regalo para niños a partir de tres años. Sin embargo, la mayor dificultad para los niños al principio es mirar por el pequeño agujero con un solo ojo. Pero como siempre, la práctica hace al maestro.
Hay otra versión de caleidoscopio: un prisma incrustado crea los patrones más asombrosos. Es asombroso lo que componen la luz y la oscuridad, lo cercano y lo lejano al mirar los objetos más diversos y también a las personas. La boca de mamá o la nariz de papá vistas a través del prisma hacen que los más pequeños se enrosquen de emoción.

Conclusión
Lo que nos parece tan estupendo de los caleidoscopios es que son un juguete clásico de, al menos, anteayer, funcionan con total independencia de la electricidad y siguen proporcionando horas de diversión y variedad. Son maravillosos para jugar solo, pero por supuesto también se puede jugar creativamente con otras personas. ¿Has intentado alguna vez pasar un dibujo especialmente colorido con mano firme? D